Salutaciones

Bienvenido, forastero, a estos parajes que intentan ser un espacio de reflexión, debate y expresión, libres de malicia y con deseos de dar a luz y compartir principalmente ideas y escritos diversos (perpetuados por la hermandad o bien citados de algún autor de interés común) que nuestra fraternidad considere algún aporte, esperando siempre vuestra participación.

martes, 30 de septiembre de 2008

Belleza

La belleza es la representación fidedigna de lo netamente humano o natural.

reto a que me digan algo diferente (diferente en fondo, no forma)

Hno Galleta nº1 "alpha"

martes, 16 de septiembre de 2008

De las Lágrimas

¡déjame llorar! ¿no ves que así me libero un poco?
….déjame, no me pidas siempre una sonrisa, y no me pidas que esté bien, que hay un tiempo para todo y este es en el que negros corren los vientos.
sí, ocultaré mi cara, me retiraré de la batalla, gastaré tiempo y energías en ello, y, sin arrepentimiento, gritaré, mientras más fuerte mejor, mi pena al mundo, que por supuesto en ese momento se encuentra a años luz. Pondré la música más oscura que encuentre, buscaré cómo sentirme lo peor posible, y le pondré todo mi esfuerzo a llorar. qué, ¡¿qué me dirás?! ¿intentarás decirme cómo debe sentir un hombre? ¿osarías indicarme el camino correcto para sentir? o incluso te veo diciéndome que pierdo el tiempo… yo te digo
¡¡Llora!! ¡¿Porqué avergonzarse de ello?! ¿no ves que es de lo más humano que tenemos? no ves que al negar el llanto, estamos negando una gran parte de la vida? Tanto el dolor como la alegría son necesarios. Yo no quiero sólo días alegres, y no por eso me clasifiquen de pesimista, simplemente no me interesa pretender que todo me causa una sonrisa, tampoco por ello te digo que todo es gris… es simplemente que en el llanto está la otra belleza ¡la otra alegría! ¿no te regocijas cuando al fin puedes concentrar toda esa pena en unos cuantos centímetros cúbicos de agua? …si no lo haces simplemente no aprecias lo que te es dado, pues, el llanto, como un enardecedor discurso, despeja y aclara, acepta y desdeña, marca el camino y elimina dudas, e incluso más, ¿de qué modo podrás aliviar mejor un dolor, que sacándolo del organismo? es el poquito de soma que no sabemos apreciar. Lo vemos con miedo, como una señal de debilidad, siendo que son los más fuertes los que saben cuándo rendirse a las lágrimas, y lo hacen con la frente en alto, sin remordimiento alguno, con la paz interna que te da el saber cuándo es momento para algo, el no intentar saltar un paso absolutamente necesario cuando quieres realmente superar algo.
No digo de ningún modo que esos distímicos que somos seamos el ideal. Como todo en la vida, hay que tener un equilibrio, un “saber hacer” que solo la introspección y la práctica dan… y sabes porqué insisto en esto? ¿…violento tus ojos para intentar sacar lágrimas de ellos? … porque a algunos se les es negada esa sublime liberación, ¡y te desafío a encontrar alguien que haya sufrido más que aquel que no llora su pena! ¡Vamos!, muéstrame dónde está ese milagroso alguien que logró superar su dolor, y aprender de él sin lágrimas, que sin duda me declararía su mayor admirador y discípulo. Pero hasta entonces, mi camino es claro: tomo y valoro mis penas, porque, así como la alegría, el dolor también lleva a la felicidad, por el camino pedregoso (pues no hablo de aquella pena infértil que absorbe vidas y vidas, sino de un llanto que se convierte en batalla, ¡lágrimas que se vuelven luz! diamantes que no sabemos guardar en nuestras almas), pero con el mismo rumbo. Aprendamos a construirnos como íntegros humanos que somos: Luz y sombra, alegría y dolor, que sólo así creo que podremos mirarnos tranquilos al espejo.

Hno. Galleta nº1 "alpha"